Salud mental en tiempos de pandemia



Docentes: Palacin, M; Suárez Losavio, J.
Integrantes: Arguello, M.C.; Basaldella, M; Carnero De Napoli, J; Cavallasca, L; Gauchat, M; Gutiérrez, R; Herrero ,A; Iglesia, A; Johnston, C; Pussetto, P; Sasia F; Scatolaro, P; Silva, T; Sobrero, M.L; Stegmayer, R; Usinger, F; Visentin, X; Vittore, M.


        En vistas del contexto actual de pandemia y considerando las medidas tomadas por el gobierno de la República Argentina respecto del aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), desde la cátedra de Psicología Preventiva de la carrera de Lic. en Psicología de la Universidad Católica de Santa Fe, se realizó un proyecto de extensión iniciado en el mes Abril del año 2020 con el fin de conocer las condiciones de trabajo actuales del colectivo de los/as profesionales de la salud mental de la ciudad de Santa Fe. Para ello, se realizaron 42 entrevistas a distintos/as profesionales de la salud mental en el mes de Agosto y Septiembre del corriente año, que apuntaron a conocer cómo afectó el aislamiento en dichas prácticas y al vínculo con el/la usuario/a de los servicios.

        Dadas las circunstancias que interrumpieron la atención presencial las herramientas más utilizadas fueron: videollamada y llamada telefónica y, en menor medida, mensajes de textos y reuniones por diferentes plataformas virtuales. La opinión por parte de la mitad de los/as entrevistados/as es que no se podía asegurar la privacidad en su totalidad por falta de espacios adecuados. Asimismo, si bien algunos/as encontraron beneficios en ellas, otros/as prefirieron esperar a retomar cuando la presencialidad lo permita.

        En relación a las dificultades en la implementación de la teleasistencia, los/as profesionales mencionaron: alteración del encuadre de trabajo, mayor desgaste en los/as profesionales, limitaciones en la percepción del lenguaje no verbal y el trabajo desde el cuerpo. Estos aspectos se diferencian, a su vez, respecto a la población asistida, el sector de trabajo (público o privado) y las particularidades de las situaciones. Cuando no era posible implementar la teleasistencia se enviaban actividades a familiares o cuidadores/as con posterior seguimiento semanal y/o se utilizaban redes sociales o foros, consultas o asistencia presencial en caso de urgencia.

        Respecto a las situaciones de urgencia en salud mental, se indagó acerca de la existencia de criterios para priorizar la atención en determinados casos. Los/as profesionales intentaron brindar respuestas más asertivas teniendo en cuenta el caso por caso como la gravedad del mismo. Algunas de las situaciones que demandaron una respuesta urgente fueron: casos de violencia de género, manifestación de conductas agresivas en niños/as, violencia institucional, usuarios/as con depresión y en situación de duelo.

        Las dificultades presentadas en relación a la asistencia en salud mental fueron: en primer lugar que la atención psicológica en modalidad presencial no estaba permitida (salvo urgencias) y que las obras sociales y prepagas no reconocían las prácticas virtuales. Y en segundo lugar, en cuanto a la posibilidad de sostener el espacio de trabajo, considerando los recursos materiales y emocionales de los/as usuarios/as.

        Frente a la existencia de situaciones de vulneración de derechos se requirió de un abordaje interdisciplinario e intersectorial logrado mayormente por vías virtuales, con ciertos obstáculos tales como la falta de recursos e inversión los cuales interfirieron en la comunicación y en la articulación.

        En lo referente a situaciones de internación en salud mental, se efectuaron mayormente en SAMCo, domicilio o subsector privado, dadas las diversas resistencias por parte de los hospitales generales que atendían exclusivamente casos de covid. Con respecto a externación, los recursos existentes previos a la pandemia se vieron afectados interrumpiéndose los dispositivos alternativos y prácticas ambulatorias.

        Algunos/as profesionales consideraron que existió un incremento de demanda en salud mental cuyos motivos de consulta se vinculaban a las dificultades de adaptación al contexto o falta de recursos para hacer frente al mismo. En el subsistema público hubo un aumento de llamadas a líneas 0800 por cuestiones como incertidumbre y angustia, las cuales eran contenidas para luego realizar una posterior atención. Algunos sujetos no acudían a buscar ayuda, considerándose como causas de ello la falta de recursos y/o de priorización de la salud mental.

        Los motivos de consulta fueron variados. En el comienzo de ASPO: miedo, incertidumbre, angustia; luego cansancio, insomnio, sentimientos de tristeza del orden del duelo. Las causas fueron diferentes según el grupo etario: en niños/as, demandas escolares y episodios de irritabilidad; adolescentes con necesidad de salida exogámica; adultos mayores con problemas de convivencia por tiempos prolongados en el hogar.

        Otro de los objetivos fue explorar acerca de los efectos en la salud mental y las medidas de resguardo utilizadas por parte de los/as profesionales. Se mencionaron cuidados autogestionados como ser terapia personal, acompañamiento entre colegas, supervisión de casos, formaciones y capacitaciones en este contexto donde se visibilizó ,en mayor medida , el impacto en los/as trabajadores de las malas condiciones, precarización y flexibilización laboral.

        Teniendo en cuenta las medidas establecidas por el Gobierno Nacional , se sondeó el lugar que se le otorgó a la salud mental en este contexto. La mayoría de los/as profesionales consideran que se la ubicó en último lugar e incluso se ha planteado que la misma se encuentra relegada desde hace tiempo. Un grupo menor de entrevistados/as consideró que se tuvo en cuenta a la salud mental, pero que aún así podría haberse otorgado una mayor importancia. En lo dicho por los/las profesionales se remarca lo esencial del acompañamiento en el sufrimiento psíquico, y el lugar secundario que tiene en nuestra sociedad que ubica a la salud mental en subordinación respecto a la orgánico somático.

        Los/as profesionales rescatan la importancia del lazo social, resaltando lo vital y necesario del contacto humano; el tiempo de pandemia permitió destacar la incidencia de la solidaridad y el compromiso a nivel social y de las subjetividades.

        En última instancia, se averiguó la opinión de los/as profesionales en relación a la alerta realizada por la ONU, la cual anunció una “crisis psicológica masiva por la pandemia si no se toman medidas”. La crisis es entendida por los/as profesionales entrevistados/as desde una perspectiva general, como un malestar en relación a la crisis económica, social, falta de recursos básicos, pérdida de trabajo y de proyectos presentes y futuros. Entender la crisis como lo esperable en tanto respuesta adaptativa a lo que se está viviendo, buscando no patologizar las consecuencias de la pandemia.

        Algunos/as profesionales prefieren no hablar de crisis psicológica , sin embargo reconocen que esta situación va a traer consecuencias en las distintas subjetividades dependiendo de los recursos personales, simbólicos y afectivos que se tenga para hacer frente. En la misma medida, es necesario considerar las condiciones de vida y cuestiones contextuales tales como la inequidad, desigualdad social, vulnerabilidad, entre otras.

        Más allá de las controversias que pueda generar este enunciado de la ONU y de las diversas perspectivas teóricas desde las que respondieron los/as profesionales, propusieron ciertas recomendaciones a modo de prevención frente a esta situación, como por ejemplo, trabajar teniendo el cuenta el criterio de vulnerabilidad, generar equipos interdisciplinarios, trabajo en redes, pensar lo saludable desde lo colectivo, y a su vez, la necesidad de crear espacios de escucha y análisis donde las personas puedan expresarse, verbalizar y procesar los cambios y acontecimientos, con el objetivo a su vez, de reforzar los lazos sociales.

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